el orgullo del mendigo
un hombre con ropa sucia, barba desaliñada y ojos hundidos recita un poema en el vagón del metro y luego pide limosna. con un monedero en la mano, pide a los pasajeros y una señora le da algo. mira lo que hay dentro, moviendo el monedero como el que mira un moco en un pañuelo y se va refunfuñando "es que hay cosas que empiezan a cabrearme..."
poco después, se de la vuelta y le devuelve a la mujer lo que me imagino serán unos céntimos y le dice algo que no consigo entender y abandona el vagón.
será que la generosidad tiene unos mínimos.
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