costumbres poco comunes
jueves, pongo el despertador para levantarme pronto y hacer algo de deporte. primera sensación extraña pues no suelo poner el despertador. segunda sensación rara, me gusta ir a jugar al parque antes de comer pues el sol ya calienta. así pues, llego a la cancha de baloncesto y aunque ya es de día, el sol aún no ha remontado lo suficiente para sobrepasar los pinos. entre carrera y canasta, poco a poco ilumina el tablero, luego la valla y finalmente empieza a ganarle la batalla a la sombra del cemento. hacía mucho que no veía amanecer después de levantarme. me pregunto qué otras maravillas tendré olvidadas en esa cabeza mía que no recuerda nada.
2 Comments:
Escribes bien, Albert, así que esa extravagancia de no poner mayúscula después de punto es innecesaria.
me encantan las extravagancias innecesarias y esta no me hace daño a la vista. qué le vamos a hacer. quizá la auténtica extravagancia redundante sea marcar con una letra mayúscula el inicio de una frase que ya queda claro con el punto que la separa de su predecesora
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