angelitos

una miríada de algodoncillos flota en el aire. yo de pequeño les llamaba angelitos. sobre todo a los dientes de león. la brisa de hoy, además de refrescar el aire, levantaba motas blancas que flotaban alrededor de la gente, jugaban entre los árboles y llamaban la atención de los bebés. me han entrado ganas de decirle a alguien "mire qué bonito, los angelitos juegan entre nosotros" pero he preferido llegar a casa a que me encierren por loco. eso sí, he seguido mirándolos, pensando en que la belleza también sucede entre el asfalto.