Wednesday, May 23, 2007

Encuentro

La ciudad se halla recluida por el miedo al agua. El autobús desierto sólo lleva a cuatro personas y a mí. Yo no oigo de lo que hablan porque estoy concentrado en mi reproductor de música pero parecen contentos. Se bajan una parada antes que la mía. Alguien les está esperando en la calle. Bajo un paraguas inútil porque ya no llueve, estallan las sonrisas y los abrazos y durante unos minutos se me ha contagiado la felicidad ajena.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home