Thursday, May 28, 2009

vencido

las derrotas a veces vienen por donde no te lo esperas y no tienen por qué ser amargas. ayer fui a jugar un ratito a baloncesto. me salió un curioso rival que sin preguntar, ni falta que le hacía, se puso a jugar conmigo. le hacía gracia la pelota y por más que parecía que ni por su altura pudiera quitármela ni por su habilidad, al final siempre me la quitaba y yo tenía que salir corriendo detrás de ella para recuperarla. así fue como una perrita llamada Mora, me hizo sudar de lo lindo.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home