Monday, June 25, 2007

Justicia divina


Un hombre entra corriendo al vagón de metro pues ya se están cerrando las puertas. Gordo y con gafas, sudando por el minisprint que colma su cuota semanal de ejercicio, observa con disgusto a otro hombre al que casi le da un empujón al entrar. Este segundo hombre, conecta un equipo de música portátil y empieza a cantar con acento esteeuropeo el "bésame mucho". La cara de disgusto aumenta y su asco transpira más que la camisa que está empapando. Tras una estrofa y dos estribillos, llegamos a la siguiente parada en la que me bajo yo. El hombre de las gafas decide poner en marcha sus carnes y cambiar de vagón. Me paro un segundo para mirar cuál es la salida que debo tomar y cuando me giro, veo que el hombre con su micro y su carrito ha sido capaz de recolectar a tiempo el vagón de dónde he salido y se mete en... efectivamente, entra directamente frente al obeso y me da tiempo a ver su cara de fastidio y cómo cuando al igual que el metro, arranca otra vez el "bésame mucho" con acento esteeuropeo.
Recomiendo oir "God must be a boogie man" por Joni Mitchell.

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