Thursday, April 23, 2009

a las barricadas


a veces la noche me lleva a conocer personas y a entablar conversaciones de las que no me creía capaz. ayer estuve tomando unas cañas, muy pocas para el rato que estuvimos hablando, con Cándido y Morala, dos sindicalistas de los astilleros de Gijón. estuvimos hablando de los logros que consiguieron, de lo mal organizados que estamos los músicos, de hecho no lo estamos, ni bien ni mal, estamos peor que los actores.
sin embargo, estos dos luchadores, se admiraban de nuestra forma de vida, en la que no hay un sueldo fijo, en que la precariedad de contratos es la norma, y mostraron su admiración por nosotros por poder soportar eso. y eso nos lo dicen quienes están acostumbrados a hacer barricadas, a quemar neumáticos, a sufrir agresiones de la policía, que han entrado dos veces en la cárcel y tantas y tantas cosas. no entiendo que esos dos personas acostumbradas a las heroicidades de la huelga y de la lucha social tuvieran el más mínimo interés por nuestra vida.
más tarde lo entendí. ellos defienden la estabilidad y la seguridad y en cambio nosotros vivimos en el caos casi absoluto, en la inseguridad constante, en el día a día. de ahí el choque y la admiración mutua. aunque sigo sin admitir que merezca ninguna y menos de estos dos que se han ganado su propio nombre en la historia de la ciudad de Gijón.
creo que los verdaderos héroes no saben que lo son, que sólo hacen lo que creen que deben hacer y lo hacen por otros. (esto lo pensé en el autobús de vuelta)

Wednesday, April 22, 2009

los tres primeros


como cada año, descubrir los primeros vencejos me llena de emoción. esta vez han sido tres, un poco prematuros, a los que he oído mientras tendía la ropa. pronto llegarán otros muchos y llenarán de algarabía los cielos de esta ciudad que consume a sus habitantes entre tóxicos y ruido. que vengan, que vengan y aporten un poquito más de vida y de alegría al gris cemento.

Sunday, April 12, 2009

agua


a veces la belleza se presenta en tal magnitud, que no hacen falta fotos, ni descripciones, apenas recuerdos. basta con la paz que te queda en el cuerpo