Monday, August 29, 2011

transferencia

me he pinchado con una púa de cactus. la sorpresa es que la púa estaba enganchada a la correa de uno de mis bajos. intrigado por cómo había llegado hasta ahí he llegado a una conclusión. mientras destendía la ropa en la terraza, la púa se ha quedado enganchada a mi camiseta, de ahí ha pasado a la correa y en cuanto me la he quitado y me la he vuelto a poner, a mi dedo. una curiosa cadena de transferencias. sin el análisis pausado y tranquilo, un gurú me podría haber dicho que los dioses habían puesto esa púa ahí para castigarme por algo o para mandarme una señal. por suerte, pensar me libra de esas ideas

Saturday, August 13, 2011

Sueños perrunos

Areta sueña y mucho últimamente. más allá de las carreras en su parque imaginado, que veo porque mueve sus patitas como corriendo, más allá de sus amigos añorados, a los que ladra con un ladridito casi afónico. La he visto bebiendo de un agua fresca tumabada a mis pies. Pero de lo que ya no tengo duda de sus sueños es cuando la he visto hoy moviendo el rabo, golpeándolo contra el suelo porque sólo podía dar medio recorrido. Mi perra es feliz cuando sueña y me contagia cuando la miro.

Wednesday, August 10, 2011

verano


de vuelta a casa de correr con la bici por los alrededores del Manzanares con mi perra, paso al lado de un parque y el olor de los pinos inunda mi nariz y mi cerebro. una avalancha de recuerdos me asalta a traición. vuelvo mentalmente a mis veranos en Cambrils, donde la libertad de ir y volver a cualquier hora era la excepción a todo el año. donde la persecución implacable de otros seres impulsada por las hormonas casi nunca llegaba a buen término, pero qué sorpresas se podía llevar uno en la playa por la noche. aún conservo, pero, la capacidad de sorpresa ante unos labios nuevos. los recuerdos bailaban entre la adolescencia y la niñez, entre lo inocente y la inocente pérdida de la inocencia. pedaleando, mientras Areta jadeaba contenta a mi lado, me he sentido como un chiquillo, con el aire pasando sus dedos por mi cabeza, pedaleando sin manos, tragándome algún insecto por ir haciendo el memo y poniendo carotas aunque ya no tuviera remedio. me encantan los extraños mecanismos de memoria del cerebro, quizá porque apenas gozo de alguna.