itv superado

no tengo muchas cosas nuevas. casi todo es viejo o de segunda mano. eso hace que pocas cosas funcionen correctamente o a la primera. mi coche no escapa a estas premisas. aunque revisé todas las luces antes de ir al itv, cosa que aprendí a hacer el año pasado pues llegué con cuatro bombillas de atrás fundidas, al llegar a la primera línea de revisión, oigo la voz que me dice "luces de cruce", a lo que yo obedezco y las pongo. "luces de cruce, son con las que conduce normalmente". sé cuáles son las luces de cruce, llevo conduciendo casi diecisiete años. al final, el señor, mete la mano en mi coche y comprueba que realmente las había puesto y no se habían encendido. evidentemente, no paso el control y tengo que volver. cambio las dos bombillas, que se habían fundido a la vez justo antes del control y llego a la conclusión de que mi coche, que ya está viejecito, se pone nervioso cuando va a pasar el itv y se le funden las bombillas, como al que se le escapan los pedos (sí, también está un poco alto de humos, qué pasa), añadiendo así, una peculiaridad más a su personalidad. algunas cosas, sin estar vivas, también tienen carácter y personalidad, estoy convencido.

amaneciendo

el abrazo en el portal fue eterno. la luz pertenecía a esos días extraños en que las fachadas se ruborizan. la promesa de aquel piso trece entorpecía la separación. al final, un beso, una mirada, unos zapatos negros pisando mármol blanco y una conciencia en blanco pisando asfalto negro. sin mirar atrás. no se puede mirar atrás. hoy no habrá estatuas de sal ni lava en pompeya. un cristal roto en el suelo y un aviso de algo sin importancia. hundirse en las entrañas de la ciudad para ser regurgitado al lado de "casa". dormir a ratitos, ahora sí, ahora no, hasta que llegue la tarde y todo lo vivido parezca sueño y desear haber vivido lo soñado.